Nuestra Misión No ha Terminado

En una ocasion, luego de buscar a mi hijo en el colegio, comenzamos una charla muy interesante sobre la Inteligencia Artificial (AI- siglas en inglés). Debo mencionar que mi hijo tiene apenas 15 años, pero para él, este es un tema muy serio e importante que se debe discutir.

Nota: este Blog NO trata de inteligencia artificial.

En nuestra discusión argumentábamos sobre el daño que la inteligencia artificial ha calado en todos los ámbitos de nuestras vidas. Cabe recalcar que mi hijo la detesta, y la razón es porque ha tomado el pensamiento crítico del ser humano y lo ha desplazado y reemplazado por meta-data sin filtros, sentimientos, emociones y razón… características que hacen del pensamiento crítico del ser humano para la toma de decisiones único en la creación.

El punto de la discusión se basó en el hecho de que con el incremento en la tecnología cibernética, se ha desplazado la lectura, el análisis crítico y el razonamiento, al punto que, por ejemplo, doctores están utilizando esta inteligencia artificial para avanzar en trato a los pacientes para alcanzar diagnósticos con mas rapidez y poder recetar medicación con mas facilidad.

Esto es escalofriante… imagina que sea una computadora (inteligencia artificial) quien te diagnostica un cáncer o quien te medica en una anestesia

Esta inteligencia artificial no es mala en si misma, pero el ser humano que la manipula si lo es:

Romanos 3:12 NBLA “»Todos se han desviado, a una se hicieron inútiles; No hay quien haga lo bueno, No hay ni siquiera uno.”

Así como esta nueva tecnología manipulada por el mundo que nos rodea, arraigada en nuestros propios deseos y pecado, y controlada por satanás con su mentira, ha logrado desplazar el pensamiento crítico de los seres humanos… así también las pasiones de la carne, las pasiones de los ojos y la arrogancia de la vida (1 Juan 2:16) han logrado crear, no solo una generación de cristal y de microondas (todo rápido y fácil)… sino que también ha creado un mundo hedonista, un individuo hedonista y una iglesia hedonista.

Una persona, mundo, o aun, un cristiano hedonista es aquel que practica la doctrina en la que el objetivo principal es la búsqueda del placer y del bienestar en todos los ámbitos de la vida, para sí mismo y alejado de todo aquello que produzca dolor o sufrimiento.

Esto ha traído mucho dolor a quienes son el verdadero cuerpo de Cristo, su iglesia… porque este avance se ha infiltrado, ha desplazado y casi retirado por completo la misión que el Señor le encargo a Su iglesia en el momento de la ascension.

“Pero, aun ante todo lo que pueda estar sucediendo a nuestro alrededor, NUESTRA MISION NO HA TERMINADO”

“Jesucristo, preparando a sus apóstoles para que contemplaran su ascensión, los reúne en el monte de los Olivos, ordenándoles que esperen en Jerusalén la venida del Espíritu Santo, promete enviarlo después de no muchos días, y asciende al cielo a la vista de ellos, 1–9. Después de su ascensión ellos son animados por dos ángeles a seguir adelante, y poner el enfoque en su segunda venida, 10, 11. De acuerdo con esto, regresaron y se entregaron a la oración, escogiendo a Matías como apóstol en lugar de Judas, 12-26.”

El Tesoro del conocimiento bíblico: Referencias bíblicas y pasajes paralelos (Bellingham, WA: Logos Research Systems, Inc., 2011), Hch 1.

La Ascensión de Jesús y la aptitud de los Apóstoles

El Día de la Ascensión parece ser la cenicienta del calendario eclesiástico…

  • La Navidad nos cautiva porque celebra la encarnación del Hijo de Dios, la cual trae gozo y paz al mundo.

  • En Viernes Santo, con sobria gratitud, recordamos el sacrificio de nuestro Salvador… ese momento donde Cristo derramo Su preciosa sangre en expiación por nuestro pecado.

  • La Pascua de Resurrección nos impulsa a celebrar Su triunfo sobre la muerte y nos motiva a vivir expectantes de como nosotros también seremos levantados de entre los muertos juntos con El.

  • El Dia de Pentecostés, aunque no tiene la misma notoriedad que las otras tres, al menos cae en domingo y conmemora el derramamiento del Espíritu Santo que capacita a todo el pueblo de Dios para el servicio… aunque poco es lo que se predica sobre le Espíritu Santo y Su llegada a todo aquel es que es nacido de nuevo.

¡Son grandes acontecimientos que merecen ser recordados una y otra vez!

Pero ¿prestamos atención al Día de la Ascensión, que cada año pasa discretamente un jueves? ¿Nos detenemos a contemplar con asombro el mensaje de la ascensión de Jesús? Ese acontecimiento en el que fue llevado en una nube a la diestra de Dios en el cielo, y que constituye el puente indispensable entre la Pascua y Pentecostés.

¿Nos detenemos a meditar en la importancia de las palabras de los dos hombres de vestiduras blancas y las connotaciones que estas tienen a nuestras vidas?

Hechos 1:9-11 NBLA

“Después de haber dicho estas cosas, fue elevado mientras ellos miraban, y una nube lo recibió y lo ocultó de sus ojos. Mientras Jesús ascendía, estando ellos mirando fijamente al cielo, se les presentaron dos hombres en vestiduras blancas, que les dijeron: «Varones galileos, ¿por qué están mirando al cielo? Este mismo Jesús, que ha sido tomado de ustedes al cielo, vendrá de la misma manera, tal como lo han visto ir al cielo»”

La ascensión marca la salida de Jesús de la interacción con Sus discípulos en este mundo y Su entrada en el reino de Dios. En ella, es exaltado a la autoridad suprema sobre toda la creación en Su capacidad mediadora como Hijo de Dios encarnado.

—La ascensión marca el comienzo de la obra misionológica de los Apóstoles así como la llegada del Espíritu Santo (el Paracletos- otro como Jesus/ Juan 14:16)… Jesús tenía que ascender para que lo prometido se cumpliese, esa era la llegada del Espíritu Santo que equiparía a la iglesia para llevar a cabo la Gran Comisión- hacer Discípulos.

—Ante este gran acontecimiento, discípulos se quedaron mirando el cielo esperando el regreso del Mesías… habían olvidado Sus promesas, en especial la promesa del Espíritu Santo.

—Nosotros, este pueblo hedonista, esta haciendo exactamente lo mismo… pero no mirando el cielo, pues ya NO se clama por “ven pronto Señor Jesús”… ahora estamos mirando el computador y su inteligencia artificial, el celular o la tableta, el televisor y hemos olvidado lo esencial, La Gran Comisión.

  • Asistimos a la iglesia, pero la iglesia no asiste el mundo…

  • Anhelamos dos horas de cánticos, pero NO toleramos media hora de Palabra que confronte el alma…

  • Nos gozamos en el tiempo de conferencias, pero no tomamos tiempo para ayuno y oración…

Hemos olvidado la importancia de la Ascensión y hemos menospreciado la Gran Comisión…

Después de que Jesús resucitó de los muertos, Él “se presentó vivo” (Hechos 1:3) a las mujeres cerca de la tumba (Mateo 28:9-10), a Sus discípulos (Lucas 24:36-43), y a más de otras 500 personas (1 Corintios 15:6). En los días siguientes a Su resurrección, Jesús instruyó a Sus discípulos acerca del reino de Dios (Hechos 1:3).

Cuarenta días después de la resurrección, Jesús y Sus discípulos fueron al Monte de los Olivos cerca de Jerusalén. Allí, Jesús les prometió a Sus seguidores que pronto recibirían el Espíritu Santo, y les indicó que permanecieran en Jerusalén hasta que el Espíritu hubiera venido. Después, Jesús los bendijo y mientras les daba la bendición, comenzó a ascender al cielo. El relato de la ascensión de Jesús se encuentra en Lucas 24:50-51 y Hechos 1:9-11.

En las Escrituras se expone claramente que la ascensión de Jesús fue literal, regresando corporalmente al cielo. Él se levantó gradual y visiblemente de la tierra, siendo observado por muchos atentos espectadores. Mientras los discípulos se esforzaban por echar una última mirada a Jesús, una nube lo ocultó de sus ojos, y aparecieron dos ángeles que les prometieron que Cristo regresaría “…tal como le habéis visto ir al cielo.” (Hechos 1:11).

Cual es la importancia de la Ascensión de Jesús:

1) Señaló el final de Su ministerio terrenal.

—Dios el Padre amorosamente había enviado a Su Hijo al mundo en Belén, y ahora el Hijo estaba regresando al Padre. Su período de limitación humana había terminado.

2) Significaba el éxito de Su obra terrenal.

—Él había cumplido con todo lo que tenía que haber hecho.

3) Marcó el retorno a Su gloria celestial.

—La gloria de Jesús había estado velada a la humanidad durante Su tiempo en la tierra, con una breve excepción en la Transfiguración (Mateo 17:1-9).

4) Simbolizó Su exaltación por el Padre (Efesios 1:20-23).

—Aquel con quien el Padre estaba grandemente complacido (Mateo 17:5) era recibido arriba con honor, dándosele un nombre que es sobre todo nombre (Filipenses 2:9).

5) Le permitió preparar un lugar para nosotros (Juan 14:2)

6) Indicó el inicio de Su nuevo ministerio como Sumo Sacerdote (Hebreos 4:14-16) y Mediador de un Nuevo Pacto (Hebreos 9:15).

7) Estableció el patrón para Su regreso.

—Cuando Jesús venga para establecer Su Reino, Él regresará de la misma manera en que se fue – literal, corporal, y visiblemente en las nubes (Hechos 1:11; Daniel 7:13-14; Mateo 24:30 y Apocalipsis 1:7).

Sobre todo, se nos dio, por orden directa (Mateo 28:18-20), una misión y esa misión NO ha terminado. Es tiempo de dejar la tecnología a un lado, los medios a un lado, las redes a un lado, los ministerios a un lado, los programas eclesiásticos a un lado y comenzar a hacer discípulos.

Seamos como Esdras:

Esdras 7:9b-10 NBLA

“…pues la mano bondadosa de su Dios estaba sobre él, porque Esdras había dedicado su corazón a estudiar la ley del SEÑOR, y a practicarla, y a enseñar Sus estatutos y ordenanzas en Israel.

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