Quédate Quieto y Espera en el Señor
Vivimos en un tiempo donde es muy común que cada cual haga como bien le parece. El movimiento feminista, por ejemplo, ha logrado desmantelar los roles del hombre, la mujer y los niños… pero ese movimiento no se detuvo ahi, también logro desmantelar como se comportan las organizaciones, el sistema educativo y hasta la iglesia como organismo. Claro, atribuimos parte de este deterioro al movimiento feminista, pero como Cristianos sabemos que esto es un esquema y plan mucho mas amplio que nuestro adversario satanás ha diseñado y llevado a cabo desde la caída en el huerto del Eden.
La Palabra de Dios nos brinda multiples ejemplos de como el mundo se dirige a un abismo de manera gradual, siguiendo la guía del príncipe de este mundo y su mentira. Por ejemplo, luego de la caída del hombre en el huerto y luego que Cain mata a Abel, Cain desarrolla su propio plan para salir del problema en que se encontraba:
Genesis 4:13-15 NBLA
“Y Caín dijo al Señor: «Mi castigo es demasiado grande para soportarlo. Hoy me has arrojado de la superficie de la tierra, y de Tu presencia me esconderé, y seré vagabundo y errante en la tierra. Y sucederá que cualquiera que me halle me matará». Entonces el Señor le dijo: «No será así, pues cualquiera que mate a Caín, siete veces sufrirá venganza». Y el Señor puso una señal sobre Caín, para que cualquiera que lo hallara no lo matara.”
En este relato Cain trata, por su propia cuenta, de desarrollar un plan donde el saliese del problema donde se encontraba a su propia manera y en sus propios términos. Pero eso no era lo que Dios tenia en agenda…
El Señor dice: “No sera asi…”
No sera como tu lo has planificado Cain, dice el Señor… sino que sera como Yo lo digo.
No quiero sonar insensible, pero es lo que sucede con muchos que cometen suicidio, desarrollan un plan donde pretenden salir de sus problemas a su propio termino y manera sin mirar mas haya lo que Dios tiene preparado para ellos.
La historia de Cain y Abel no es la unica que nos relata la conducta del hombre a forjar sus propios planes. En el tiempo de los Jueces tenemos una historia muy parecida y mas explicita:
Jueces 21:25 NBLA
“En esos días no había rey en Israel; cada uno hacía lo que le parecía bien ante sus propios ojos.”
El desenfreno del hombre por causa de su pecado lo lleva a querer mas, y en ese querer el hombre no sabe pausar a esperar por Dios… por el contrario, el hombre quiere ser su propio dios (Genesis 3:4) “ustedes serán como Dios, conociendo el bien y el mal” es decir: “yo se lo que es bueno o malo para mi a mi propia manera pues yo soy mi propio dueño”
Este es el corazón del hombre, un corazón como el de los hombres en el tiempo de los Jueces… un corazón que de continuo quiere hacer lo que bien le parece, sus propias ideas y su propio plan…
En el libro de los Jueces encontramos esta frase repetida en dos ocasiones de manera enfática. A esto se le conoce como “El Siclo de los Jueces”
Es la frase que mejor describe a una persona, a un pueblo, a una nación, a un organismo o a una empresa… “cada cual hace como bien le parece ante sus propios ojos”
Pero, esta conducta no se queda solo en la narrativa del Antiguo testamento, también en el Nuevo Testamento podemos apreciar como el hombre traza sus propios planes sin sentarse a esperar y meditar en lo que Dios ha preparado como plan para el como individuo y para su pueblo:
Hechos 9:1-6 NBLA
Saulo, respirando todavía amenazas y muerte contra los discípulos del Señor, fue al sumo sacerdote, y le pidió cartas para las sinagogas de Damasco, para que si encontraba algunos que pertenecieran al Camino, tanto hombres como mujeres, los pudiera llevar atados a Jerusalén. Y mientras viajaba, al acercarse a Damasco, de repente resplandeció a su alrededor una luz del cielo. Al caer a tierra, oyó una voz que le decía: «Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?». «¿Quién eres, Señor?», preguntó Saulo. El Señor respondió: «Yo soy Jesús a quien tú persigues; levántate, entra en la ciudad, y se te dirá lo que debes hacer».
Saulo para los judíos, Pablo para los gentiles (griegos), había sido criado bajo la enseñanza de Gamaliel, uno de los eruditos rabinos (maestros) mas prominentes de la época.
Era un hombre dedicado y decidido a que se cumpliese la ley de Moises, y nada ni nadie cambiaría su forma de pensar y los planes que este tenia para llevar a cabo su misión.
Pero el relato nos muestra de manera muy clara, que los planes de Pablo no eran los planes del Señor… “levántate, entra a la ciudad, y se te dirá lo que debes hacer.”
Pablo tenia su propio plan y no iba a esperar por nadie para llevarlo a cabo, el pidió cartas para ir a arrestar a los Cristianos (los del Camino) pues no iba a esperar que lo enviaran… el llevaría a cabo su plan, a su manera y en su tiempo… no en el de nadie mas.
Pero el Plan del Señor era otro TOTALMENTE.
Para comenzar, a Pablo se le enseñaría cuanto debía sufrir por la causa del Evangelio… ahora no seria tan simple como Pablo hubiese querido, ahora era como Dios lo había diseñado.
Pablo tendría que quedarse quieto y esperar mientras era enseñado por el Señor mismo… tendría que esperar por su llamado… y tendría que sufrir mientras veía como el Plan de Dios se desarrollaba en su caminar con El.
Estas historias relatadas en la Escritura para nuestra enseñanza, no se quedan solo en los tiempos Bíblicos… sino que son también nuestra historia. Con mucha regularidad llevamos a cabo planes y diseñamos estrategias de lo que haremos hoy, mañana, en un año y en veinte años. Hacemos planes y nos atamos a ellos de forma tan arraigada que non importa lo que suceda a nuestro alrededor, nuestro plan tiene que cumplirse sin importar lo que demande.
“Oh, cuanto nos falta conocer a nuestro Dios y entender que,
Su plan se cumplirá,
sin depender en lo absoluto de nuestras capacidades o ideas.”
A.Colon
La Escritura nos llama a estar quietos y a esperar en El. Así nos dice el Salmista:
Salmo 46:10 NBLA (recomiendo leer todo el Salmo para contexto)
Estén quietos, y sepan que Yo soy Dios;
Exaltado seré entre las naciones, exaltado seré en la tierra.
Con mucha regularidad intentamos arreglar las cosas nosotros mismos, forzando nuestros propios planes y avanzando sin detenernos a preguntarle a Dios “cual es Tu Plan y como puedo ser util en el”. Acuñamos nuestras ideas, desarrollamos nuestras estrategias, utilizamos nuestras habilidades y forzamos nuestra sabiduría que no es otra cosa que “terrenal, natural, diabólica” (Santiago 3:13-18 NBLA)
Pero la verdadera paz llega cuando nos hacemos a un lado, nos QUEDAMOS QUIETOS y vemos con paciencia como el plan perfecto de Dios se va desarrollando. Esto NO quiere decir que no hagamos planes a corto, mediano y largo plazo… por el contrario, eso es ser un buen mayordomo del tiempo. Pero, cuando confiamos en el Señor y damos a El todo el control sin tratar de ayudarle o interferir en Su plan, incluso cuando es incómodo o incierto, sentiremos verdadero Gozo y Paz. Cuando nos apartamos, Dios hace cosas mucho más grandes de las que podríamos hacer por nuestra cuenta.
“Ojo… NO prepares tu plan y luego busques aprobación de Dios…
primero busca el rostro del Señor y El te mostrara Su Plan Perfecto para tu vida.”
A.Colon
A.Colon
Coram Deo, En la Presencia del Señor